viernes, 22 de mayo de 2009

Fugazi- Promises


El presidente de México en el sexenio 82-88, Miguel de la Madrid, aventó una piedra y escondió la mano. Acusó, de todo lo que no debe ser ni hacer un político, a su sucesor Carlos Salinas de Gortari, y se desdijo, pero de poco sirvió: sus declaraciones fueron lo más próximo a certificar oficialmente cómo se maneja nuestro país “desde arriba”. Que lo haga durante las campañas electorales para gobernadores, alcaldes y diputados, proporciona más relevancia al hecho. Probablemente, estamos en tiempos en donde a las palabras ya no se las lleva el viento.

...como si nuestros sentimientos fueran armas que pudieran matar, y las palabras, balas, dice el personaje principal de la novela que actualmente leo: Intimacy, de Hanif Kureishi. Sobre el tema, Ian MacKaye es más crudo: stupid fucking words, canta el respetado cantante de Fugazi en “Promises” -una canción incluida en su segundo EP, llamado Margin Walker- y stupid fucking words es lo que –queda confirmado- Salinas nos dijo y de lo que adoleceremos hasta el mes de julio que se lleven a cabo las elecciones.

Volátil es el peso de las palabras: pueden tener el mayor valor posible, y pueden no valer nada. Los políticos en contienda intentan envolvernos en retórica, pero por sus promesas juzgaremos su desempeño una vez que estén al frente. Lo que ahora nos sobra y poco nos importa, será de utilidad en el futuro. Y es que en el caso de Nuevo León, se ha abusado de una palabra: seguridad. Claro, la mayor necesidad de los ciudadanos es la principal promesa de los candidatos, quienes han equivocado la ejecución de sus mensajes: algo deberían de aprender del ex-presidente de la Madrid, y eso es la palabra corrupción. En vez de “blindar” territorios, deberíamos de escuchar sobre voltear hacia dentro y acabar con los contactos en los gobiernos que posibilitan las acciones criminales que más nos aquejan, las organizadas, como el narcotráfico y el secuestro.

Promises are shit, sigue cantando MacKaye la leyenda punk, el ex-Minor Threat, el eterno calvo promotor desde la capital del “hágalo usted mismo” estadounidense. Lo que hoy nos prometen apesta a eso mismo. La seguridad que se nos está vendiendo, no lo es tal; es vigilancia, y una sociedad vigilada no necesariamente es una mejor sociedad. Mínimo, siquiera por ganar la simpatía de la población, los anuncios panorámicos de los candidatos deberían de incluir 3 conceptos clave: educación, empleos y la palabrita aprendida en la lección de Don Miguel de la Madrid, para llegar a creer en una vida lograda segura, en vez de tener en cada esquina el rostro de estos hombres y mujeres. Señores, señoras: no votamos por la cara más vista.

"...cometió errores muy serios, muy serios. El peor, la corrupción..." dijo un ex-presidente de otro. Candidatos, tomen sus libretas y apunten y pronuncien al mismo tiempo: co-rrup-ción.